Es curiosa la quietud que transmite la fotografía, cuando por el contrario se aprecia ese vaivén de las aguas. Debe ser por las piedras del primer plano que aportan mucha serenidad.
Hola Toni, es la primera vez que visito tu blog y lo que he visto me ha gustado mucho. Te he colocado en mi blog-roll para poderte visitar con asiduidad. Ah, por cierto, esta foto me encanta, el encuadre y el procesado me parecen extraordinários. Nos vemos pronto. Una abraçada
Un blanco precioso, la espuma de las olas parecen fundirse con las nubes del cielo.
ResponderEliminarMuy bonita, Toni.
Un abrazo.
Es obvio el porqué....
ResponderEliminarEfectivamente las aguas al llegar a la costa son blancas.
Se merece el nombre:))
ResponderEliminarUn beso
Es curiosa la quietud que transmite la fotografía, cuando por el contrario se aprecia ese vaivén de las aguas. Debe ser por las piedras del primer plano que aportan mucha serenidad.
ResponderEliminarDe la piedra a la nube, de la nube a la piedra, apenas el gesto de la espuma como la mano del predistigitador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Toni, es la primera vez que visito tu blog y lo que he visto me ha gustado mucho. Te he colocado en mi blog-roll para poderte visitar con asiduidad.
ResponderEliminarAh, por cierto, esta foto me encanta, el encuadre y el procesado me parecen extraordinários. Nos vemos pronto.
Una abraçada